En el año 1750 se adquirió una casa que estaba en venta en la calle Maquedano, de esta ciudad, para que sirviera de vivienda y hospedaje al capellán y los hermanos sirvientes del Santuario, que pedían limosna para el culto de la Soberana Imagen. Esta casa se amplió en 1803 con la compra de una cochera y una posterior remodelación en 1808, de la que se conserva la portada y las puertas de entrada. Todo este patrimonio constituye lo que el pueblo lucentino denominó como “Casa de la Virgen”.En 1987 se derribó la construcción existente con el fin de levantar una nueva Casa y sede social y el 5 de junio de 1990 el obispo de la diócesis don José Antonio Infantes Florido bendecía la nueva Casa.
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La imagen de Jesús Crucificado preside la sala de juntas de la Casa de la Virgen. En las paredes de esta sala se conservan antiguas convocatorias de cultos y las insignias principales de la Real Archicofradia. |
La Casa de la Virgen tiene tres plantas, que se ordenan en torno a un patio central porticado de columnas, cubierto con una montera de vidrio y hierro. En la planta baja se sitúa el salón de acto, de cuyas paredes cuelgan expuestos los mantos que la Virgen luce en su procesión del primer domingo de mayo. En otro gran salón se exponen los tronos de Nuestra Señora: el del primer domingo de mayo y el de romerías. En otra sala se muestra el dosel en que fue convertido el trono neogótico construido en 1896; aumentado en 2002 con otras piezas del mismo estilo. Y junto a ésta se dispone la sala de asambleas para la Junta de Gobierno, donde se sitúan las insignias principales de la Real Archicofradía.
En la primera planta hay dos salas, la primera con un interesante repertorio de vestiduras de la Virgen de Araceli y del Niño, así como otros documentos jurídicos, candelabros y ánforas. Se exponen también los techos de palio y otras curiosidades, entre las que destacan más de veinte palias bordadas o pintadas, con motivos pasionistas o eucaristía.
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Vitrina de la planta primera donde se muestran diversos elementos de ajuar litúrgico, antigua candelaria, el primer estandarte y rostrillos de encaje de la Virgen de Araceli desde el siglo XVII. |
En la segunda sala de esta planta, más reducida, se muestran vasos sagrados, sacras, atriles, candelabros y otros elementos del servicio del altar del Santuario. En el centro de la sala, la pieza principal es el original templete de plata así como una excelente colección de piezas de orfebrería, elaboradas en los mejores talleres plateros cordobeses, entre el siglo XVII y la actualidad.
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| Desde 1628 hasta 2002, el templete de plata que realizó Martín Sánchez de la Cruz ha servido a la Virgen de Araceli. Hoy se custodia en el museo aracelitano. |
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Cartel de las Fiestas de la Virgen de Araceli en el año de su coronación pontificia (1948), expuesto en la Casa de la Virgen. |
La segunda planta está dividida en varios espacios temáticos relacionados con la VIrgen. En ella, se expone una sección monográfica dedicada al acontecimiento de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de Araceli. Una segunda sección está destinada a la historia de la propia Archicofradía y muestra documentos de interés, literarios o históricos; entre ellos la carta que dirigió su santidad Juan XXIII con motivo del año Jubilar. La tercera sección acoge una completa colección de grabados y litografías, junto a algunas planchas originales con las que se editaron. A esta colección cabe unir otra de cuadros y fotografías antiguas que representan a Nuestra Patrona. Por último, en la cuarta sección, aparecen enmarcados un una vitrina el techo de palio de color rosa y todos los ternos de Pastora de la Virgen. En otro salón de esta segunda planta hay expuesta la abundante cartelería que ha generado las Fiestas Aracelitanas, y que comprende desde 1858 hasta nuestros días; siendo allí donde se llevan a cabo labores de bordado por parte del Taller de María.
FUENTES:
García Moscoso, J.C. y Crespillo Guardeño, A. (2006). Guía Aracelitana. Lucena.
Entrevista con Felipe Muñoz Pineda, miembro de la Cofradía.
Folletos
Folletos
FOTOS:
propias y de la Guía Aracelitana, citada anteriormente.
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